Los niveles de vitamina C disminuyen en todos los alimentos en los que se encuentra si se cocinan o remojan de manera excesiva
El portal El Español señala, que la naranja no es el alimento con más vitamina C
La vitamina C es una sustancia bien conocida por todos. O, por lo menos, eso es lo que se piensa. Gracias a la ciencia actual podemos afirmar rotundamente que ni cura el resfriado ni el alimento donde se encuentra más presente es la naranja. Esta sustancia química se llama, también, ácido ascórbico y su origen etimológico también es bastante desconocido.
Ascórbico significa, básicamente, contrario al escorbuto. El escorbuto, por su parte, es una enfermedad con unos síntomas muy desagradables, pero de fácil curación. Esta patología era especialmente preocupante hace unos siglos y, sobre todo, en los viajes por mar. La alimentación de los marinos destacaba por su escasez en frutas y en verduras, y es que era muy difícil conservarlas a bordo.
A los marinos y piratas que sufrían escorbuto se les reconocía fácilmente por sus encías hinchadas y sangrantes, por su aspecto demacrado y por sus heridas que no terminaban de curarse. Muchos de ellos morían con un terrible aspecto.
Ahora se sabe que les faltaba vitamina C. Esta sustancia permite sintetizar el colágeno y esto, a su vez, mantener la estabilidad de los tejidos del cuerpo. Los científicos aconsejan consumir, como mínimo, entre 75 y 90 miligramos al día, pero lo ideal sería alcanzar los 200 miligramos.
A parte de evitar la catástrofe del escorbuto, la vitamina C ayuda al sistema inmunitario, es un antioxidante y metaboliza el hierro. Sin embargo, debe ser consumida a diario porque es soluble en agua y, por tanto, el cuerpo la termina eliminando.
Para hacernos una idea, la naranja contiene 53,2 miligramos de vitamina C por cada 100 gramos de esta fruta. Una cantidad considerable, pero existen alimentos con una cantidad superior. Hay que destacar que los más interesantes son aquellos que se pueden comer crudos, ya que hervirlos, remojarlos o saltearlos puede rebajar el contenido de ácido ascórbico.
El camu camu
Esta extraña fruta proviene de la selva amazónica y es el alimento que más vitamina C contiene. Por cada 100 gramos de este producto, el consumidor obtiene nada menos que 2.000 miligramos de vitamina C. Su tamaño es relativamente pequeño, su sabor es ligeramente ácido y su color es rojizo cuando está maduro. De momento, sigue siendo un gran desconocido en nuestra alimentación, a pesar de que puede ser muy interesante por sus aportaciones.
La acerola
Aunque no es una de las frutas más comunes de nuestra dieta, en España se ha podido oír hablar de la acerola. Al igual que el camu camu, la acerola es uno de los alimentos más ricos en vitamina C. Por cada 100 gramos de esta fruta, están presentes unos 1.677,6 miligramos de ácido ascórbico. Las acerolas presentan un aspecto similar a unas pequeñas manzanas y, al igual que estas, pueden encontrarse de color rojizo, verde y amarillo.
El perejil
El perejil siempre ha sido el adorno favorito de Arguiñano para sus platos. Sin embargo, ahora sabemos que la obsesión del televisivo cocinero por esta planta también puede deberse a su extraordinario contenido en vitamina C. En concreto, el perejil tiene 133 miligramos de ácido ascórbico por cada 100 gramos. Aunque consumir tal cantidad de perejil se antoja harto difícil, un poco sobre un plato puede ser de ayuda para completar los niveles de vitamina C diarios. Esta hierba no sólo es una cara bonita.
El pimiento rojo
Hay quien los odia y a quien les encanta. Sin embargo, aparte del sabor y el gran número de recetas que emplean pimientos, los de color rojo aportan al consumidor más del doble de vitamina C que una naranja. 127,7 miligramos de ácido ascórbico por cada 100 gramos de esta verdura. Si los elegimos para adquirir este componente, es mejor que se coman crudos. No es tan raro. Muchos de los crudités que se mojan en salsas, como el humus, son palitos crudos de pimientos.
El kiwi
Esta fruta verde es ideal para sustituir al legendario zumo de naranja del desayuno. Además de que ya sabemos que los zumos no son la mejor manera de tomar fruta, el kiwi tiene 92,17 miligramos de vitamina C por cada 100 gramos. Es decir, casi el doble que una naranja. Por su puesto, el kiwi tiene otras ventajas frente a la naranja y es que la fama de su alto contenido en fibra es cierta.
El brócoli
Los famosos y odiados «arbolitos». El brócoli es uno de esos alimentos que se pinchan en el tenedor y se acercan a los niños simulando que es un avión. Probablemente, decirles que tienen 89,2 miligramos de vitamina C por cada 100 gramos no hará que lo acepten en mayor medida. Sin embargo, puede ayudar a los padres a ponerse más pesados con la importancia de incorporarlos en la dieta de sus hijos. Mejor crudos o al vapor que hervidos o salteados.
Las coles de Bruselas
Las coles de Bruselas tampoco son mejor aceptadas que el brócoli, sin embargo, estas dos verduras se parecen en contenido de ácido ascórbico. 100 gramos de este alimento reúnen unos 85 miligramos de vitamina C.
La papaya
Esta fruta originaria del centro y del sur de América también aporta más vitamina C que la naranja. Concretamente, aporta unos 60,9 miligramos de ácido ascórbico por cada 100 gramos. Puede ser un sustituto perfecto del cítrico más famoso y que está muy aceptado por los consumidores.
La fresa
La diferencia entre el aporte de vitamina C de la fresa y de la naranja es pequeña. La fresa tiene por cada 100 gramos unos 58,8 miligramos. Sin embargo, esta fruta no se suele asociar a este tipo de vitamina. Por tanto, al igual que el kiwi o la papaya, puede ser un sustitutivo de la naranja y que se encuentra con facilidad en el supermercado o en las fruterías.