En un nuevo mensaje cargado de simbolismo político, el expresidente Evo Morales afirmó que no teme ser enjuiciado por defender “la integridad territorial y la soberanía de Bolivia”. En su publicación en redes sociales, aseguró que enfrenta acusaciones y ataques constantes por su origen indígena y su papel en la defensa del país frente al “separatismo” y los “vende patria”.
“Podrán enjuiciarme miles de veces, insultarme las 24 horas, discriminarme por ser indígena, intentar matarme, encarcelarme y proscribirme. Pero al pueblo indignado contra el racismo, la injusticia y los vende patria, jamás podrán acallarlo”, escribió Morales.
Estrategia de víctima y resistencia política
El mensaje refuerza el relato de persecución política que Morales sostiene desde su salida del poder en 2019. Analistas coinciden en que su discurso busca relegitimarse ante la base masista y presentarse como víctima de una supuesta arremetida judicial impulsada por el actual Gobierno. Morales apela a la emoción y al orgullo identitario indígena, intentando convertir sus posibles procesos judiciales en una causa nacional. Este estilo comunicacional reaparece cada vez que el líder cocalero enfrenta investigaciones o fracturas internas dentro del Movimiento al Socialismo (MAS).
Contexto judicial y tensiones políticas
El exmandatario ha sido mencionado en varios procesos en curso, entre ellos denuncias relacionadas con presuntos delitos electorales, nombramientos irregulares y conflictos internos del MAS. Aunque no se ha oficializado una imputación directa, el tono del mensaje sugiere que Morales se anticipa a una ofensiva judicial que podría limitar su accionar político de cara a 2025.
Al reclamar “jueces independientes, honestos y decentes”, el exgobernante también pone en duda la imparcialidad del sistema judicial, alineando su narrativa con sectores sociales que denuncian “politización de la justicia”.
Reacciones divididas
Mientras sus seguidores interpretan el mensaje como una declaración de dignidad y resistencia, sus detractores lo consideran una estrategia de victimización para evadir responsabilidades legales y mantener presencia mediática.
Redacción central La Paz
