El área urbana de la ciudad de La Paz se extiende a lo largo del canal principal de Río Choqueyapu y de sus efluentes principales Orkojahuira, Irpavi y Achumani. La ciudad de La Paz cuenta con alrededor de 182 ríos subterráneos que reciben las descargas domesticas de las diferentes zonas de la urbe, las que a su vez desembocan en el Rio Choqueyapu y posteriormente Rio La Paz, dice Paola Isabel Alcócer Cuéllar que realizó una investigación sobre el «Impacto de la externalidad de la contaminación del Río Choqueyapu y su incidencia en la oferta y demanda de productos provenientes de Rio Abajo».
Alcócer Cuéllar, explica que el Rio Choqueyapu, atraviesa el corazón de la ciudad lleva entre sus aguas, impurezas, debido a que en su recorrido se alimenta de los residuos provenientes de todas las actividades humanas de la ciudad de La Paz, desechados generalmente por las industrias, hospitales y domicilios. Estas aguas no cuentan con ningún sistema de tratamiento, por lo que el impacto ambiental que se tiene es altísimo, además de contaminar los cultivos de la zona de Rio Abajo, principal proveedora de alimentos para la ciudad de La Paz.
Según la investigación, las principales fuentes de contaminación hídrica son: residuos domésticos, residuos públicos y comerciales, residuos industriales y hospitalarios. A la altura del teatro al Aire Libre (Teatro Jaime Laredo), las aguas del Rio Choqueyapu son calificadas como aguas negras, y presentan el coeficiente más alto de contaminación.
Llegando a la localidad de Lipari, el Rio Choqueyapu ha disminuido su grado de contaminación en un 60 %, sin embargo, el uso de estas aguas para riego, resulta muy peligroso para la salud. Muchas verduras y frutas cultivadas en la zona de Rio Abajo son propensas a la contaminación debido a que los agricultores del lugar utilizan las aguas del Choqueyapu como riego, además que niños y adultos de la zona sufren problemas gastrointestinales.
La contaminación hídrica es un fenómeno que los economistas llamamos externalidades (uno de los fallos de mercado), señala Alcócer Cuéllar.
Estas externalidades son negativas, ya que nacen cuando el bienestar de un individuo se ve afectado negativamente por variables reales (no monetarias) que han sido causadas por otros agentes (personas,empresas, gobiernos) los cuales no han valorado el impacto.
Los productores de frutas y verduras de Rio Abajo, se ven afectados por la contaminación del Rio Choqueyapu y Rio La Paz. Pero ya que no tiene otra alternativa que regar sus cultivos con estas aguas y como cualquier productor que tiene como objetivo maximizar sus beneficios, esta externalidad no es tomada en cuenta. Los costos que son tomados en cuenta son los explícitos, ya que la cantidad que pagan por la compra de sus factores de producción es su costo total.
Pero existen costos implícitos, dice Alcócer Cuéllar, en este caso son efecto de la externalidad de la contaminación del Rio Choqueyapu y Rio La Paz. En el recorrido del Rio Choqueyapu hay un proceso de oxigenación que reciben sus aguas. Mientras más alejada este la población, menos será la contaminación y de igual manera sus productos. Existe por tanto una renta situación entre las diferentes poblaciones en las que se producen frutas y verduras. Es decir, Se hace referencia a los beneficios económicos que se derivan para una zona de la proximidad con otra zona con mayor nivel de renta y bienestar.
Este es un costo implícito, ya que no es considerado por los productores al establecer sus precios en el mercado, que es el mismo para competir en los diferentes mercados de la ciudad de La Paz. El costo implícito en este caso de las poblaciones más alejadas como de la localidad de Huaricana no es tomado en cuenta porque su precio para el mercado es el mismo para poder competir y vender sus productos.
Sin embargo sus productos son más sanos ya que el agua de riego tiene un grado menor de contaminación al recibir más oxigeno debido a la distancia recorrida. En el caso de los demandantes de las frutas y verduras provenientes de Rio Abajo, su comportamiento se guía racionalmente por la utilidad, satisfacción y bienestar que recibe al consumir los productos mencionados.
Es evidente, según las encuestas realizadas, que los consumidores no se guían por la contaminación de los productos, sino por el nivel de ingreso destinado a la compra de estos productos, ya que estos son más económicos, por tanto la demanda no tiende a disminuir. Los consumidores al basarse en la economía del hogar, compran productos baratos, que son los provenientes de Rio Abajo. Estos prefieren lavarlos y desinfectarlos para evitar enfermedades gastrointestinales.
Claro que también hay hogares que prefieren hacer sus compras en supermercados y comprar productos de carpa que según su información no son contaminados, es decir que prefieren gastar un poco más teniendo como incentivo el bienestar en cuanto a la salud de sus familiares. Oferentes y demandantes tienen información de que la contaminación genera impactos negativos en el ambiente, pero en el análisis, en ambos casos, la externalidad es independiente.
A los productores solo les interesa minimizar sus costos y se ven obligados a regar sus cultivos con aguas del Rio Choqueyapu y Rio La Paz. A los consumidores les interesa obtener un beneficio por el consumo de las frutas y verduras mientras gasten menos. Los efectos de las externalidades hacen que el bienestar de un mercado dependa de algo más que el valor para los compradores y los costos para los vendedores. Como estos agentes no toman en cuenta los efectos de las externalidades cuando deciden la cantidad que van a consumir y producir, el equilibrio de un mercado puede ser ineficiente desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto.
finaliza, señalando que surge una preocupación por el medio ambiente porque existe la necesidad imperiosa,urgente de dar respuesta ya que la crisis ambiental mundial es ya radical, sin exagerar sin tratar de ser dramáticos el problema del cambio climático puede generar en los próximos años impactos severos, desde la desaparición de islas hasta problemas álgidos de agua y energía eléctrica en ciudades como la nuestra, incluyendo problemas de la seguridad alimentaria y otros. Por ello la economía debe también responder como otras de las demás ciencias, incorporarla temática ambiental a su disciplina y es así que surgen disciplinas como la economía ambiental o la economía ecológica dentro de la economía.
No es posible seguir considerando a la naturaleza como infinita como simplemente útil para el proceso productivo sin contabilizar su propia depreciación. Debemos generar una nueva racionalidad que genere la armonía con la naturaleza, que se basa fundamentalmente en la vocación y el potencial de los recursos naturales. Hay que construir una nueva racionalidad económica que sea sustentable, una racionalidad económica que contemple a la naturaleza y a la economía en el proceso productivo.