Jue. Abr 17th, 2025

En el 2022 Bolivia logró nuevos hitos en su comercio exterior

No fue fácil para Bolivia enfrentar un contexto internacional signado en la gestión 2022 por la guerra Rusia-Ucrania, que introdujo nuevos factores de incertidumbre afectando la oferta de bienes y servicios a nivel mundial, provocando una alta inflación, la subida de las tasas de interés para combatirla, y el aumento de las cotizaciones internacionales de […]

No fue fácil para Bolivia enfrentar un contexto internacional signado en la gestión 2022 por la guerra
Rusia-Ucrania, que introdujo nuevos factores de incertidumbre afectando la oferta de bienes y servicios
a nivel mundial, provocando una alta inflación, la subida de las tasas de interés para combatirla, y el
aumento de las cotizaciones internacionales de commodities agrícolas, minerales y la energía, con
efectos positivos y negativos sobre el comercio exterior boliviano, dijo Demetrio Soruco Henicke
Presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior IBCE

Pese a todas las vicisitudes, el país logró marcar récords en exportaciones e importaciones, además
de obtener un superávit comercial por tercer año consecutivo. Según datos del Instituto Nacional de
Estadística (INE), las exportaciones sumaron 13.653 millones de dólares y las importaciones 13.049
millones de dólares, arrojando un saldo positivo de 603 millones de dólares, añadió.

Las ventas externas (sin reexportaciones) resultaron grandes protagonistas apuntalando el crecimiento
económico del país durante la gestión 2022, registrando una subida del 24% en valor y del 1% en
volumen; en términos absolutos, el país logró 2.600 millones de dólares adicionales, comparadas al 2021.
Su estructuración fue la siguiente: 71% por Exportaciones Tradicionales (minerales e hidrocarburos) y
29% por Exportaciones No Tradicionales – ENT (principalmente, agroexportaciones). Las ventas externas
de minerales sumaron 6.626 millones de dólares con un 12% de crecimiento en valor y 17% en volumen,
sobresaliendo el oro con 3.008 millones de dólares. Los hidrocarburos lograron 3.088 millones de dólares,
con una subida del 31% en valor, pero una caída del 15% en volumen, siendo el principal producto el gas
natural con 2.973 millones de dólares.

Las ENT -altamente generadoras de empleo y efectos multiplicadores para la economía del paíscrecieron significativamente, 43% en valor y 30% en volumen, impulsadas por la venta de alimentos,
enfatizando la torta de soya con 981 millones de dólares; aceite crudo de soya (704 millones),
grano de soya (334), urea (193), nueces del Brasil sin cáscara (192) y carne bovina (106); destacando,
además la joyería, alcohol, maderas, azúcar, bananas, quinua, leche, frejol, cueros, palmitos y café.
El Departamento que más exportó en 2022 fue Santa Cruz, con 4.499 millones de dólares y un
aporte del 33% al total, destacando sus ventas de gas natural y soya y derivados; seguido de
Potosí, con 2.813 millones de dólares por la venta de minerales (zinc, plata y plomo) y, La
Paz, con 2.776 millones de dólares siendo su principal producto de exportación, las formas
de oro en bruto.

El principal mercado destinatario para las ventas bolivianas en 2022 fue la India con
una participación del 17%, concentrando sus compras principalmente en las formas
de oro en bruto; le siguen en importancia Brasil y Argentina por la venta de gas natural
principalmente.

Las importaciones bolivianas en la pasada gestión experimentaron un crecimiento del
36% en valor y 3% en volumen. Los combustibles y lubricantes, suministros industriales,
bienes de capital y equipos de transporte significaron un 85% del valor total importado; el
rubro de alimentos y bebidas creció 5% en valor, pero bajó 25% en volumen. Los principales
abastecedores del país fueron: China con 2.532 millones de dólares, Brasil (1.967), Argentina
(1.629), Chile (1.424) y EEUU (1.102).

Siendo que en 2022 las Reservas Internacionales Netas (RIN) en el Banco Central de Bolivia (BCB) llegaron
a significar un 25% de su mejor registro en 2014, cuando superaron los 15.000 millones de dólares, es
nuestro convencimiento en el IBCE que el país precisa apostar por un mayor fortalecimiento de las
exportaciones como fuente principal de ingreso de divisas, a fin de evitar una mayor presión sobre el tipo
de cambio; mantener la estabilidad económica; generar empleos y enfrentar con mayores posibilidades
de éxito los pocos augurios para la economía mundial que se avizoran para 2023.

Para ello, insistimos en la necesidad de combinar dos políticas conducentes a fortalecer la posición de las
RIN del BCB, con una política de promoción selectiva de exportaciones (focalizando en sectores de rápida
reacción, como el agropecuario, agroindustrial y forestal) y una política de sustitución competitiva de
importaciones (v.gr., disminuir la compra de combustibles fósiles a partir de la producción de bioetanol y
de biodiésel, por parte del sector privado, debiéndose incentivar para ello la masiva siembra de materias
primas energéticas eficientes en diferentes Departamentos).

Una sinergia público-privada para mejorar la “competitividad sistémica” del país; el pleno uso de
la biotecnología en el agro; el incremento de la producción de biocombustibles; un mayor uso de
puertos bolivianos sobre la Hidrovía Paraguay-Paraná; y el rescate del mercado interno del flagelo del
contrabando podrían llevar a una mejor performance del comercio exterior del país, concluyó.

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