Porque ellos son la primera línea de la economía afectada por la crisis. Se los llama sector informal, pero ellos aportan al país igual que otros sectores de la economía.
El aumento arbitrario de sueldos decretado por Luis Arce, los afectó de modo directo porque ellos también pagan sueldos. Ellos también dan empleo a cientos de miles de bolivianos y pagan el sueldo mínimo.
Los gremiales son la fuerza que ha hecho posible la expansión del mercado interno. El 85% del empleo es informal, es decir ese empleo lo dan los gremiales.
¿Y qué les da el Estado?
Trabas burocráticas, créditos con intereses altos, decretos y leyes que amenazan su actividad, maltratos en las aduanas, decomisos de sus mercaderías.
El gremialista es quien mejor entiende la economía del día a día, por eso hoy están reaccionando ante la crisis, incluso antes que el empresario formal. El gremialista está en todos los rincones de Bolivia. A dónde vayas, en cualquier punto alejado, ahí hay un gremialista generando economía.
El gobierno debe recapacitar. Debe dejar la soberbia y debe dejar de mirar al comerciante gremialista como sospechoso.
Presidente Luis Arce, deje trabajar a los gremialistas. Instruya a sus ministros que no saquen más decretos y trabas absurdas burocráticas. Deje sin efecto el proyecto de ley 145 referente al régimen de aduanas. NO LES PONGA MÁS TRABAS A LOS GREMIALISTAS.
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