José María Leyes, ex burgomaestre que fue encarcelado por procesos de corrupción por la adquisición de mochilas escolares para el cercado de Cochabamba y, posteriormente una vez retornado cometido otro supuesto acto administrativo para la contratación de alimentos para los efectivos de la policía en la cuarentena, deja un municipio sin objetivos para hacerle frente al COVID y otras tareas urgentes.
La renuncia, se debería a supuestas amenazas según señaló la ex autoridad edil, ademas de que su gestión habría concluido el 31 de mayo y que no cree en la prorroga de cargos, los que lo hacen tienen «espíritu de tiranos», señaló.
Leyes en la argumentación de la renuncia, indicó que su familia sufrió mucho con las amenazas, atribuyendo persecución judicial y política.
Desde años atrás la comuna perdió el horizonte con ejecuciones presupuestarias bajas y proyectos carentes de sentido de desarrollo, dedicados simplemente al arreglo de algunas arterias y otros de menor importancia.
Mientras Leyes se encontraba recluido en la cárcel, pasaron alcaldes que trataron de encaminar los objetivos institucionales, empero fueron imposibles de llevar adelante cualquier propósito por falta de voluntad política o de intereses creados en el entorno del ex alcalde.
La ciudad de Cochabamba, nuevamente está sumergida en un problema y sin un rumbo claro que recorrer a la que se suma el COVID que día que pasa se incrementa considerablemente y cierra la posibilidad en los centros de salud u hospitales de dar acceso a otros pacientes que contraen el virus por falta de espacios.
El concejal que asuma el cargo de alcalde, tendrá la dura tarea de enfrentar muchos desafíos, o caso contrario, la población seguirá sufriendo las consecuencias de una administración comunal deficiente.