Los bolivianos tendrán que esperar aún más para elegir presidente, vicepresidente, diputados y senadores. Desde que se anularon los resultados de la elección que hubo en octubre de 2019 por denuncias de fraude que dieron pie a la renuncia y salida del país del ex mandatario Evo Morales, el TSE ha tenido que posponer los comicios a causa del coronavirus.
Inicialmente, se tenía previsto que las elecciones fueran en mayo, pero fueron aplazadas para el 6 de septiembre. Ahora, las autoridades electorales esperan que en octubre las condiciones sanitarias del país hayan mejorado lo suficiente para que las votaciones se realicen con las suficientes medidas de seguridad.
El presidente del TSE, Salvador Romero, alegó que los informes médicos señalan que la pandemia tendrá sus picos más altos a finales de agosto y principios de septiembre.
La nueva fecha «genera mayores condiciones para la protección de la salud, facilidades de votación en el exterior, llegada de misiones de observación internacional, además de favorecer el despliegue logístico de todas las operaciones» para la cita con las urnas, agregó Romero.
Hasta este jueves 23 de julio, el país de once millones y medio de habitantes acumula más de 2.300 fallecidos y casi 65.000 casos confirmados de la enfermedad según las cifras reportadas por el recuento independiente de la Universidad John Hopkins. La presidenta interina, Jeanine Áñez, como varios ministros, ya ha contraído el coronavirus.
Una de las particularidades de la nueva fecha es que esta vez TSE no consultó con los partidos ni tiene previsto recabar el aval del Congreso. Según Romero, una resolución “es suficiente para el organismo electoral para fijar esta nueva fecha y no requiere una aprobación de la Asamblea Legislativa».
Evo Morales rechazó la nueva fecha y denuncia persecución
El expresidente Morales, líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), tuiteó desde Argentina donde se encuentra en calidad de refugiado que «el gobierno de facto quiere ganar más tiempo para continuar con la persecución contra dirigentes sociales y contra candidatos del MAS».
«Esa es otra forma de proscripción. Por eso no quieren elecciones el 6 de septiembre», agregó el exmandatario, quien denuncia que fue forzado a dejar el poder por un golpe de estado en medio de presiones de militares y policías, entre otras, para privarlo de una nueva victoria electoral y derrocarlo.
Por su lado, Carlos Mesa expresó su «pleno respaldo a la nueva fecha» de las elecciones y dijo que la seguridad sanitaria debe ser la prioridad. Áñez ya se había manifestado en favor de la postergación.
Romero reconoció que Bolivia sufre «graves polarizaciones», que se ahondaron en noviembre de 2019 tras la dimisión de Morales en medio de una convulsión social y el ascenso de facciones de derecha al poder.
Según un sondeo nacional de marzo, el candidato del MAS, Luis Arce, encabeza la intención de voto (33,3%), seguido de Mesa (18,3%) y Áñez (16,9%).
Con France24