El MAS ha dominado la política boliviana durante años, pero el surgimiento de Morena y Súmate podría marcar un punto de inflexión. Eva Copa, quien se distanció del oficialismo para construir su propio camino, ha demostrado capacidad de gestión en El Alto y busca consolidar un liderazgo nacional con una propuesta progresista, cercana a las bases y con un enfoque renovador dentro de la izquierda.
Manfred Reyes Villa, en cambio, ha construido su trayectoria con una postura de centro con inclinación hacia la derecha, priorizando la descentralización y la eficiencia en la administración pública. Su liderazgo en Cochabamba le ha dado una base sólida, pero su reto ahora es expandirse a nivel nacional y convencer a un electorado que busca estabilidad económica y menor intervención estatal, sin alejarse completamente de una visión social.
El desafío para ambos líderes no es menor. Bolivia sigue siendo un país marcado por la polarización, donde la identidad política pesa en las decisiones del electorado. Morena y Súmate tendrán que demostrar que son más que simples alternativas al MAS y que pueden ofrecer propuestas viables para un país con enormes desafíos sociales y económicos.
Lo que está claro es que el tablero político se ha movido. La pregunta ya no es solo si el MAS podrá mantener su dominio, sino si Bolivia está lista para una nueva configuración política donde la izquierda renovadora y un centro pragmático compitan en condiciones más equilibradas.
Portada captura RRSS