El presidente Luis Arce ha confirmado su participación como testigo en el juicio del caso «Golpe de Estado I», mientras que el ministro de Justicia, César Siles, advirtió que Evo Morales podría enfrentar una orden de aprehensión si no se presenta. La audiencia, programada para el lunes 31 de marzo en el Tribunal Sexto de Sentencia Penal de La Paz, se desarrolla en un contexto de creciente tensión dentro del Movimiento al Socialismo (MAS) y la política boliviana.
La viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, aseguró que Arce cumplirá con la citación, aunque no precisó si será de forma presencial o mediante declaración escrita. «No hay privilegios para nadie», sostuvo Alcón, en un mensaje que refuerza la narrativa de transparencia del gobierno.
Por otro lado, Siles fue enfático respecto a Morales: «Debería presentarse. El artículo 193 del Código de Procedimiento Penal es claro: si no asiste, se liberará un mandamiento de aprehensión». Estas declaraciones llegan en un momento en que Morales, desde el Trópico de Cochabamba, califica su citación como una «maniobra política» y enfrenta otra orden de aprehensión por un caso de trata de personas.
El caso «Golpe de Estado I» investiga los sucesos que derivaron en la salida de Morales del poder en 2019, con Luis Fernando Camacho y Marco Antonio Pumari como principales acusados. Además de Arce y Morales, también están citados como testigos de descargo el exvicepresidente Álvaro García Linera y el exministro Carlos Romero.
La confirmación de Arce y la incertidumbre sobre Morales reflejan la fractura dentro del MAS, mientras el país sigue atento a un proceso que podría marcar un nuevo episodio en la disputa interna del oficialismo y en la narrativa política sobre los hechos de 2019.
Redacción central