Vie. Abr 18th, 2025

Cuenta regresiva electoral en Bolivia: fracturas y alianzas marcan el rumbo hacia agosto

A menos de un mes del plazo para el registro de alianzas ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE), el escenario electoral boliviano sigue marcado por la fragmentación. Mientras la oposición intenta unificarse para evitar la dispersión del voto, el Movimiento al Socialismo (MAS) enfrenta una división interna que podría redefinir su futuro. Con figuras como Manfred Reyes Villa fortaleciendo su candidatura y el Bloque Unido de Oposición buscando un aspirante único, el desenlace del 18 de abril será clave para definir la correlación de fuerzas de cara a las elecciones generales del 17 de agosto.

El panorama político boliviano continúa sin un favorito claro, con los principales actores ajustando sus estrategias en la recta final del plazo electoral. El alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, consolidó su candidatura bajo la alianza Súmate al sumar al pastor Chi Hyun Chung y, según fuentes cercanas, podría incorporar a la exalcaldesa de El Alto, Eva Copa. Con este movimiento, su bloque alcanzaría alrededor del 15% de intención de voto, según encuestas de febrero.

En paralelo, el Bloque Unido de Oposición, conformado por Jorge «Tuto» Quiroga (19%) y Samuel Doria Medina (16%), avanza en la definición de un candidato único mediante tres encuestas simultáneas que culminarán el 2 de abril. Sin embargo, la exclusión de Reyes Villa de este proceso genera riesgos de división, favoreciendo indirectamente al MAS en un eventual escenario fragmentado.

Dentro del oficialismo, Evo Morales insiste en postularse pese a su inhabilitación, con un respaldo del 14-18%, mientras Andrónico Rodríguez (10%) emerge como alternativa. En contraste, el presidente Luis Arce, con apenas un 7%, enfrenta un panorama adverso sin el apoyo pleno del MAS. La fractura entre el evismo y el arcismo se profundiza, dejando abierta la incógnita sobre la estrategia oficialista.

Analistas advierten que la clave de los comicios estará en la capacidad de la oposición para articular un frente común. Si persisten las divisiones, el MAS –incluso sin Morales como candidato– podría capitalizar la fragmentación y mantenerse en el poder. Con el plazo del 18 de abril en el horizonte, las próximas semanas serán determinantes para configurar el tablero electoral boliviano.

Redaccion central

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