Vie. Nov 7th, 2025

Claudia Castro encadenada: una imagen que remite al pasado

La detención preventiva de Claudia Castro, exvocal judicial investigada por prevaricato, ha pasado a segundo plano frente a una imagen que ha generado debate nacional: la exautoridad encadenada a una cama de hospital. La escena, que recuerda épocas de exposición pública y castigo ejemplar, ha reactivado la discusión sobre el trato que el Estado da a las personas aún no sentenciadas.

La fotografía de la exvocal Claudia Castro, encadenada a una cama de hospital, se ha viralizado en redes sociales y ha sido publicada por varios medios nacionales. La exautoridad judicial fue enviada a detención preventiva mientras se la investiga por consorcio, prevaricato y tráfico de influencias.

Tras sufrir una descompensación médica, Castro fue internada en el hospital Arco Iris bajo custodia policial. En ese contexto, fue fotografiada con una cadena sujetando su pierna a la estructura de la cama, pese a su condición de salud.

La imagen resulta llamativa no solo por el estado físico de la detenida, sino por lo que proyecta simbólicamente: una escena que parece sacada de décadas atrás, cuando los métodos de exposición pública y castigo corporal eran parte de la lógica del escarmiento.

Más allá del avance o resultado del proceso judicial, la pregunta que surge es inevitable:
¿Era necesario este método?
¿Se trató de una medida estrictamente protocolar de seguridad o una forma visual de enviar un mensaje?

La periodista Jimena Antelo también se hizo eco de esta preocupación y escribió en sus redes:

“¿Era necesario encadenarla así? ¿Seguridad o escarnio? Claudia Castro está siendo investigada, sí. Ahora, esta jueza está presa y enferma, ¿necesitan encadenarla? Parece humillación.”

“Ya antes fue Zvonko Matkovic. Hoy es ella. No importa el nombre ni el bando: la dignidad no debería tener colores ni excepciones.”

Sin emitir juicio sobre la causa, la imagen abre una discusión mayor: el uso del poder coercitivo del Estado frente a una persona no sentenciada, en estado vulnerable, y con escasa capacidad de fuga inmediata.

El análisis queda en manos de la sociedad y las instituciones. Lo que queda claro es que las imágenes también son discursos, y este ha sacudido sensibilidades más allá de los colores políticos.

Por Juan Flores

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