Bolivia enfrenta un desafío económico significativo: una persistente escasez de dólares estadounidenses. Esta escasez amenaza con desestabilizar varios sectores de la economía, desde la agricultura hasta la industria, y ha llevado al Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) a pedir medidas urgentes1.
Según Gary Rodríguez, gerente general del IBCE, la escasez y el creciente costo de los dólares están sembrando incertidumbre y podrían impactar severamente los sectores agrícola, forestal, industrial, farmacéutico, comercial y de exportación del país. Las posibles consecuencias son graves: reducción de la actividad, paralizaciones operativas, aumentos de precios e inflación.
En el sector farmacéutico, la escasez de dólares puede dificultar la importación de insumos necesarios para la producción de medicamentos y por ello se reúne este lunes con el gobierno.
La situación se ve agravada por una caída reportada en las exportaciones bolivianas, que disminuyeron en más de $2.8 mil millones en 2023, lo que llevó a un déficit comercial de casi $700 millones después de tres años de superávit. Este déficit subraya la gravedad del problema de la circulación de dólares dentro de l país.