La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha rebajado su proyección de crecimiento económico para Bolivia en 2024 a un 1.7%, una cifra considerablemente inferior a la estimación del gobierno boliviano de 3.71%. Este ajuste coloca a Bolivia entre las economías con menor crecimiento en la región, reflejando la persistencia de diversos desafíos económicos que enfrenta el país, como la escasez de divisas y un déficit fiscal significativo. La Cepal también ha señalado que Bolivia presenta una de las tasas de inflación más altas de América Latina, exacerbando las dificultades económicas generales.
El informe de la Cepal resalta que, a pesar de los esfuerzos del gobierno por impulsar el crecimiento a través del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), los resultados han sido menos favorables de lo anticipado. Según el organismo, la falta de exploración en el sector de hidrocarburos durante administraciones anteriores ha afectado negativamente la producción y el suministro de energía, lo que ha contribuido a la actual crisis de combustibles y divisas. Además, los problemas estructurales de la economía boliviana, como la dependencia de las exportaciones de materias primas, han limitado la capacidad del país para diversificar su economía y alcanzar un crecimiento sostenido.
Para 2025, la Cepal prevé que la economía boliviana crecerá a un ritmo anual del 2.1%, impulsado principalmente por la expansión de sectores clave como la minería, la agricultura y la construcción. Estos sectores han mostrado cierto dinamismo y potencial de crecimiento a pesar de las adversidades económicas generales. Sin embargo, los expertos advierten que la recuperación económica de Bolivia dependerá en gran medida de su capacidad para atraer inversiones, mejorar la productividad y abordar los desafíos estructurales que han frenado su desarrollo económico en los últimos años.
En este contexto, el gobierno boliviano enfrenta la difícil tarea de equilibrar sus proyecciones optimistas con la realidad económica del país. La diferencia entre las estimaciones del gobierno y las proyecciones de organismos internacionales como la Cepal subraya la necesidad de políticas económicas más efectivas y sostenibles que puedan fomentar un crecimiento inclusivo y duradero. Asimismo, la capacidad del país para superar estos desafíos será crucial para mejorar las condiciones de vida de su población y garantizar una estabilidad económica a largo plazo.
Redacción central y agrncias