Los datos de las encuestas de Diagnosis y Ciesmori no solo destacan a Manfred Reyes Villa como el favorito, sino que también revelan una fragmentación preocupante en el bloque opositor. Con Reyes Villa liderando con un 15% y otros candidatos como Jorge Tuto Quiroga, Samuel Doria Medina y Chi Hyun Chung disputando el segundo lugar con cifras cercanas, el panorama se muestra dividido. Esta dispersión podría ser decisiva, considerando que el MAS, a pesar de haber caído del 44% al 34% en los últimos meses, mantiene un respaldo significativo que podría asegurarle la victoria en un escenario de voto dividido.
El MAS sigue siendo una fuerza política dominante, especialmente en áreas rurales y sectores históricamente afines a su discurso. La fragmentación opositora, por otro lado, diluye el respaldo en múltiples figuras, dificultando la consolidación de un frente único capaz de competir directamente con el oficialismo. Este contexto favorece al MAS, que, con un bloque sólido, puede capitalizar la dispersión de votos opositores para mantenerse en el poder.
Por ello, la estrategia opositora será determinante en los próximos meses. Si los candidatos no logran consensuar una alianza o programa común, el MAS podría beneficiarse nuevamente de la falta de unidad, como ya ha ocurrido en anteriores elecciones. Las encuestas son un llamado de atención para los actores políticos de la oposición: solo un frente unido podrá equilibrar la balanza en un escenario electoral donde los márgenes se definen por la cohesión y la estrategia conjunta.
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