Ricardo Mertens, expresidente del extinto Banco Fassil, falleció la madrugada de este domingo en la clínica Las Américas de Santa Cruz de la Sierra, tras sufrir un paro cardíaco mientras se encontraba recluido en el penal de Palmasola. Su deceso marca un giro significativo en el proceso judicial que enfrenta la alta gerencia de la entidad por presuntos delitos financieros.
Mertens había sido detenido en junio de 2023 junto a otros altos ejecutivos del banco, en el marco de investigaciones por manejo irregular de la entidad. El 3 de febrero fue hospitalizado de emergencia tras sufrir un paro cardíaco y, debido a la gravedad de su condición, fue trasladado a varios centros médicos antes de ser ingresado en la clínica Las Américas. Allí se le diagnosticó la obstrucción de dos arterias, lo que requirió una intervención quirúrgica que, sin embargo, no logró revertir su delicado estado de salud.
A pesar de su fallecimiento, el proceso judicial contra los demás ejecutivos del Banco Fassil continúa en curso. La Fiscalía ha presentado cargos por presunta legitimación de ganancias ilícitas, administración fraudulenta y otros delitos vinculados a la crisis que llevó a la intervención del banco en abril de 2023. Las investigaciones revelaron la concesión de créditos millonarios sin garantías suficientes, lo que contribuyó al colapso de la institución financiera.
Este caso ha puesto en evidencia las vulnerabilidades del sistema bancario boliviano, a pesar de la existencia de normativas destinadas a garantizar su estabilidad. Factores como la mala gestión, la falta de liquidez, la concesión de créditos incobrables y la corrupción interna se combinaron para desencadenar una crisis que expuso fallos en la supervisión y control del sector financiero.
La muerte de Mertens deja interrogantes sobre el futuro del proceso judicial y la responsabilidad de los demás implicados. La justicia boliviana deberá definir los próximos pasos para esclarecer los hechos y sancionar a los responsables, en un contexto donde la transparencia y la rendición de cuentas son esenciales para restablecer la confianza en el sistema financiero.
Ricardo Mertens se convirtió en un símbolo de las fallas sistémicas que han afectado al sector bancario en Bolivia en los últimos años. Su legado queda marcado por la controversia y las dudas sobre la ética en la gestión de instituciones financieras, en un momento en que el país busca lecciones para evitar que se repitan crisis de esta magnitud.
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