El vocal Tahuichi Quispe explicó que el anterior reglamento de registro de militancia era excesivamente permisivo, permitiendo la inscripción con tan solo la huella digital y algunos datos personales. «Bastaba que le coloques la huella al biométrico y uno vendía su alma, ya era militante», comentó Quispe, destacando la facilidad con la que se vulneraba la voluntad ciudadana. La nueva normativa obligará a los ciudadanos a firmar un certificado y posar para una fotografía sosteniendo dicho documento, con fecha y hora del registro, garantizando así una prueba visual irrefutable de la adhesión.
Esta modificación reglamentaria se da en un contexto político clave, marcado por el distanciamiento de organizaciones sociales que antes respaldaban al MAS. Las recientes renuncias masivas evidencian la fractura interna en el partido oficialista, lo que podría explicar el momento elegido para endurecer los controles en el registro de militancias. La nueva medida no solo refuerza la transparencia del proceso, sino que también limita las posibilidades de inscripciones forzadas que, en otros momentos, habrían servido para proyectar una fuerza orgánica artificial.
De esta manera, el OEP no solo busca blindar el sistema electoral frente a prácticas cuestionables, sino también poner a prueba la legitimidad de la militancia real en los partidos políticos, particularmente en el MAS. La implementación de fotografías podría redefinir el escenario político al evidenciar el respaldo efectivo de las organizaciones sociales, en un momento donde Evo Morales enfrenta desafíos internos que podrían debilitar sus aspiraciones de cara a futuros procesos electorales.
Redacción central y Erbol