Gonzales, conocido por su franqueza y su trayectoria en la política boliviana, afirmó que tanto Evo Morales como Luis Arce enfrentan un creciente rechazo popular debido a su manejo de las controversias y la situación social del país. Señaló que las políticas implementadas por ambos líderes han generado descontento y desconfianza entre los votantes, lo que, según él, se traducirá en un fracaso electoral para el Movimiento al Socialismo (MAS) en las próximas elecciones. La crítica de Gonzales no solo subraya los desafíos actuales del MAS, sino que también revela las profundas divisiones dentro del partido.
Las declaraciones de Gonzales han encontrado eco en varios sectores políticos y sociales. En el seno del MAS, las tensiones se han intensificado con figuras afines a Evo Morales criticando abiertamente la gestión de Luis Arce. Roberto Padilla, senador «evista» del MAS, cuestionó el liderazgo de Arce, acusándolo de no estar a la altura de las expectativas del partido y del pueblo boliviano. Esta postura refleja una creciente fragmentación dentro del MAS, con facciones enfrentadas sobre la dirección futura del movimiento.
Por su parte, la oposición ha utilizado las palabras de Gonzales como munición para intensificar sus críticas contra el gobierno actual. José Manuel Ormachea, diputado de Comunidad Ciudadana (CC), y Erwin Bazán, diputado de Creemos, han aprovechado la ocasión para subrayar lo que perciben como fallos fundamentales en la administración de Arce. Ormachea acusó al presidente de alejarse de la realidad y de no asumir la responsabilidad por la situación del país, mientras que Bazán señaló que Arce intenta desviar la atención de los problemas reales .
De manera tal, que en Bolivia, ni oposicitorrs ni oficialistas encuentran acuerdos para llegar a las elecciones generales próximas, abriendo la posibilidad de una segunda vuelta en el que no deja de ser una posible realidad de dejar de lado posturas izquierdistas o derechistas y unirse con la finalidad de buscar el poder.