El Gobierno boliviano decidió ampliar hasta el 31 de agosto la importación de trigo, tanto en harina como en grano, con un gravamen arancelario del 0%. Esta medida responde a una solicitud de empresarios del sector privado, quienes explicaron que los trámites de importación que habían gestionado con otros países aún estaban en curso, lo que dificultaba cumplir con las expectativas del mercado nacional en el tiempo previsto. El ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca, destacó que la extensión de esta normativa permitirá que los empresarios continúen abasteciendo al país con este producto esencial, especialmente en la producción de harina de trigo.
Hasta el momento, la medida de importación sin aranceles ha permitido la entrada de más de 18.000 toneladas de trigo, provenientes de diferentes acuerdos comerciales con la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el Mercado Común del Sur (Mercosur). Huanca subrayó que estos acuerdos han sido claves para asegurar el suministro interno y fortalecer la industria nacional. Además, algunos empresarios lograron importar trigo desde Canadá y Estados Unidos, a pesar de que Bolivia no tiene acuerdos comerciales directos con esos países, lo que resalta el esfuerzo y la flexibilidad del sector privado ante las circunstancias.
Con esta extensión, el Gobierno busca equilibrar la oferta y demanda de trigo en el país, asegurar la estabilidad de los precios y fomentar el procesamiento local. Las autoridades han enfatizado que la medida beneficiará a los consumidores y contribuirá al dinamismo del sector agroindustrial, crucial para la economía nacional. Asimismo, se espera que este tipo de políticas continúen siendo una herramienta clave para impulsar el desarrollo productivo y mantener.