Donald Trump juró hoy como el 47º presidente de Estados Unidos, consolidando un histórico retorno al poder tras cuatro años de ausencia. La ceremonia, celebrada en Washington bajo estrictas medidas de seguridad, reunió a líderes nacionales e internacionales, reflejando tanto apoyo como oposición a un mandatario que polariza. En su discurso inaugural, Trump prometió «restaurar la grandeza de Estados Unidos» y puso el foco en políticas de mano dura en migración, energía y seguridad, reafirmando su agenda conservadora.
Entre las primeras acciones anunciadas, destaca la declaración de emergencia nacional en la frontera con México, que incluye designar a los cárteles como organizaciones terroristas y deportaciones masivas. Además, Trump anunció el despliegue de recursos militares para frenar la inmigración ilegal. Por otro lado, señaló el fin de políticas climáticas como el «Green New Deal» y reiteró su postura contra la inclusión de derechos para personas trans, declarando que su administración reconocerá únicamente dos géneros en las políticas federales.
El regreso de Trump a la Casa Blanca genera expectativas y tensiones dentro y fuera de Estados Unidos. Mientras sus partidarios celebran lo que llaman «el mayor regreso político de la historia», críticos temen que las medidas anunciadas profundicen las divisiones sociales y políticas. A nivel internacional, su liderazgo despierta preocupación entre aliados y detractores, marcando el inicio de un mandato que promete ser tan disruptivo como su primera gestión.
Redacción central y agencias