CAINCO no es solo una institución empresarial, es la manifestación de un espíritu inquebrantable que ha sabido transformar desafíos en oportunidades a lo largo de 110 años. Desde su fundación en 1915, cuando un grupo de visionarios decidió que el desarrollo de Santa Cruz no podía depender de un Estado centralista, hasta hoy, cuando enfrentamos nuevas barreras políticas y económicas, nuestra esencia sigue intacta: ser el motor del crecimiento y la innovación en Bolivia. Hemos impulsado la industrialización, diversificado la economía y convertido a Santa Cruz en el epicentro productivo del país. No hemos esperado que el futuro llegue por inercia; lo hemos construido con determinación, esfuerzo y visión.
Sin embargo, la historia no es solo un testimonio del pasado, sino una guía para el presente y el futuro. Hoy, el aislamiento ya no es geográfico, sino normativo y discursivo, y la narrativa que pretende minimizar el rol del sector privado nos desafía a redoblar nuestro compromiso. Pero, así como lo hicimos en el siglo XX al abrir rutas comerciales en medio de la selva y la burocracia, hoy seguimos abriendo caminos con innovación, sostenibilidad y digitalización. No nos detenemos ante regulaciones asfixiantes ni ante discursos que nos señalan como enemigos del desarrollo. Por el contrario, nos fortalecemos como un espacio de articulación estratégica, donde empresarios de todo el país encuentran una plataforma para crecer, adaptarse y proyectarse al mundo, señaló.
Añadió que los 110 años de CAINCO no son solo una cifra redonda para celebrar, sino el punto de partida de una nueva etapa de mayor liderazgo y protagonismo. La visión que nos ha traído hasta aquí es la misma que nos proyecta hacia adelante: la convicción de que el esfuerzo, la innovación y la generación de valor son los verdaderos motores del progreso. En este año crucial para Bolivia, reafirmamos nuestro compromiso con el país, con nuestros empresarios y con todos aquellos que creen en un futuro de crecimiento y oportunidades. Seguiremos siendo trinchera y faro, uniendo fuerzas para que el desarrollo no sea un privilegio de unos pocos, sino el resultado del trabajo conjunto de quienes están decididos a transformar la realidad, concluyó el presidente de CAINCO.
Redaccion central