Luis Fernando Camacho, detenido desde diciembre de 2022 por el caso «Golpe I», ha insistido en que su salud se ha deteriorado en prisión, citando padecimientos crónicos que requerirían atención especializada. Sin embargo, en la audiencia de este viernes, el tribunal concluyó que la defensa no entregó pruebas médicas concluyentes que justifiquen su liberación o el cambio de medida cautelar. Esta omisión fue determinante en la decisión de los jueces, quienes mantuvieron la medida extrema de detención preventiva.
La situación de Camacho ha generado diversas reacciones en el ámbito político y social. Mientras sus seguidores denuncian una persecución política y exigen su liberación, el Gobierno sostiene que el proceso sigue los cauces legales correspondientes. Organismos de derechos humanos han expresado preocupación por la falta de acceso a atención médica en el sistema penitenciario, pero en este caso, la justicia ha determinado que no existen fundamentos sólidos para modificar la detención del gobernador cruceño.
Con esta decisión, Camacho seguirá recluido en Chonchocoro mientras continúan las investigaciones en su contra. Su defensa anunció que apelará el fallo y seguirá insistiendo en la necesidad de medidas alternativas a la detención preventiva, argumentando riesgos para su salud y la presunta falta de garantías en el proceso judicial que enfrenta.
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Redaccion central y agencias